Una aventurera en Macao


Una atractiva cantante de un club nocturno, un hombre que ha viajado por muchos puertos exóticos y un vendedor, se conocen en un barco que va de Hong-Kong a Macao. La cantante es rápidamente contratada por un americano que posee el casino más grande de Macao. Pero sospecha que uno de los acompañantes de la cantante es policía.

akas: Macao, Macao, la cité ardente, Les Paradis des mauvais garçons, L’ Avventuriero di Macao
1952, USA, 80 min.
Director: Josef Von Sternberg Guión: Stanley Rubin, Bernard C. Schoenfeld Fotografía: Harry J. Wild Música: Harold Arlen, Anthony Collins, Johnny Mercer Intérpretes: Robert Mitchum, Jane Russell, William Bendix, Thomas Gomez, Gloria Grahame, Brad Dexter, Edward Ashley, Philip Ahn, Vladimir Sokoloff Fecha de estreno: 19 de mayo de 1955


Un comentario en “Una aventurera en Macao

  1. Alguna vez me he dejado convencer por elogios y comentarios, y he visionado una película aparentemente fascinante, envolvente y sublime de Von Sternberg («El embrujo de Shangai»), que a mí me parece irregular, equivocada, aburrida pese a algunos claros momentos de poesía atmosférica y visual (y al reparto: Walter Huston, Gene Tierney).

    En cambio, esta obra denostada, eternamente menospreciada, considerada la peor (o casi)de su director, me interesa bastante más.

    Producción de encargo (el mítico Howard Hugues y la RKO), Sternberg parece moverse como pez en el agua dentro de una trama de cine negro al más puro estilo (ambiente exótico, ciudad gobernada por un rico criminal, un cínico y masculino perdedor que resultará ser nuestro héroe, mujeres fascinantes en belleza, palabras, traiciones, actos y motivos, historia confusa), que tiene algún altibajo narrativo pero desenfunda toda una galería de personajes (el policía corrupto, la amante del jefe, el comerciante que viene a hacer turismo, el viejo ciego), escenas densas y erotismo, niebla, enfrentamientos, secuestros y disparos, y no duda en profundizar (aparentemente con un par de pinceladas) en la psicología de sus personajes.

    Buena ambientación exterior de estudio, banda sonora repleta de buen jazz, una canción mítica del género («One for my baby»), escenas vibrantes (la persecución por los shampangs), y momentos destacables (las primeras escenas en el barco, la escena del vendedor del muelle, el personaje de Grahame y su evolución hacia la segunda mitad), para una obra que no se acomoda a las convenciones del género, sino que consigue situarse por encima en más de una ocasión, y que contiene excelentes interpretaciones (la química de la pareja protagonista abrasa la pantalla, secundarios como Thomas Gómez o Brad Dexter están bien caracterizados, Grahame inaugura su fulgor en la pantalla), aunque carezca en buena medida de la exquisitez visual de «El embrujo…» antes citado.

    Fracaso sonado en taquilla, el film se redescubrió en los años 70 y algunos críticos (los menos) empezaron a despertar a su encanto.

    Como vehículo al servicio de una actriz exhuberante y con talento no está mal (aunque las escenas de su aparición como cantante no son de lo mejor de la película), pero queda aún mejor al servicio de un Mitchum que todavía arrastraba a las jovencitas al cine en parte por su físico, en parte por sus escándalos amoroso-alcohólicos, en parte por la leyenda de mito que se iba labrando.

    Von Sternberg se deja ver en bastantes momentos (hay cierto eco de sus grandes obras con la Dietrich y de sus primeras películas mudas), en otros parece Hughes quien dirige sin mayor problema, pero entre tanto hemos sucumbido a una película con errores, pero también llena de aroma, calidez y buen cine. La recomiendo.

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.