Enemigo a las puertas


Vassili Zaitsev es un gran tirador, en su pueblo natal había aprendido a disparar a los lobos en medio de la nieve. Llamado a acudir al frente se ve obligado a luchar como francotirador en la Segunda Gerra Mundial, en la dura batalla que alemanes y soviéticos mantienen en Stalingrado. El oficial de propaganda soviética, Danilov, convierte a Vassili en un héroe nacional, un ejemplo a seguir que sirve de estímulo a las tropas, alentándolas a proseguir con la batalla. El ejército alemán recurre al mayor Köning, un experto francotirador que tendrá como objetivo eliminar a Vassili, para terminar con el mito y también con el hombre que está mermando sus efectivos. Comienza así una lucha de puntería y supervivencia entre los dos tiradores, en medio de las ruinas de la ciudad de Stalingrado.

akas: Enemy at the gates, Duell, Stalingrad – Enemy at the Gates 2001, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, 133 min. Director: Jean-Jacques Annaud Guión: Alain Godard, Jean-Jacques Annaud Fotografía: Robert Fraisse Música: James Horner Intérpretes: Joseph Fiennes, Jude Law, Rachel Weisz, Bob Hoskins Fecha de estreno: 6 de Abril de 2001.

4 comentarios en “Enemigo a las puertas

  1. Interesante, aunque irregular película. Muy bien realizada desde el punto de vista formal, la película adolece de algunas caídas, por otra parte inevitables, de ritmo.

    Sin embargo hay buenos momentos dramáticos, por lo que el espectador no aparta sus ojos de la pantalla. En suma, irregular y quizás un poco larga para lo que se cuenta, pero interesante.

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  2. Para los que duden sobre si en Europa se puede hacer una película de gran presupuesto equiparable a una de éstas superproducciones que nos llegan de Hollywood con presupuestos astronómicos, para éstos, que vean “Enemigo a las puertas” y ya me dirán. Pues “Enemigo a las puertas” es, de momento, la película más cara que se haya realizado hasta el momento, claro ésta, tratándose de una coproducción europea. 90 millones de presupuesto tuvo el prestigioso director francés, Jean-Jacques Annaud, entre manos para poder reconstruir, bajo su punto de vista, una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial, la batalla de Stalingrado.

    Aunque esta batalla, tan sólo le sirve al director de “El Oso”, de dramático marco histórico para desarrollar una historia donde la épica de las luchas físicas e interiores del ser humano son las que llevan la voz cantante. Porque la épica en su estado más puro es lo que nos acompaña a lo largo de todo el metraje de la película. Su gran presupuesto (podríamos decir de talante hollywoodiense) se nota en cada fotograma, y es que si hay algo que diferencia esta coproducción europea de las superproducciones hollywoodienses es, precisamente, en lo que respecta al uso de su presupuesto: mientras muchas (con excepciones) de las superproducciones que nos llegan del otro lado del charco han hecho muy mal uso de sus grandes presupuestos, en esta “Enemigo a las puertas” (pues aquí también hay excepciones, por ejemplo la normalita “El Quinto Elemento”), por el contrario, se ha exprimido al máximo su presupuesto, aprovechándolo, no sólo en sus alardes técnicos (que son muchos) sino también para dar mucha calidad a todo el conjunto, pues “Enemigo a las puertas”, no se sustenta sólo en la espectacularidad, sino también en sus trazos de personajes, con sus luchas interiores, y junto con un planteamiento de la historia bastante original y desde un prisma diferente al de otras producciones de este tipo.

    La operación “Barbaroja” que Hitler inició en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, con fines expansionistas hacia el este, hacía avanzar imparable al ejército alemán hacia el mismo corazón de la URSS. El ejército soviético, mediante los indudables esfuerzos por mantener a ralla el avance de la Wermacht alemana, no conseguía mantener las líneas defensivas… pero fue en Stalingrado, una ciudad industrial situada en las orillas del Volga, donde el avance alemán quedó estancado por el ímpetu y la tenacidad de las tropas soviéticas. Fue la batalla más sangrienta y donde más muertes hubo de toda la guerra. El frío y los grandes problemas con los suministros, junto con las luchas encarnizadas casa por casa, hacía que la mortalidad de un bando y otro fuese elevadísima. Fue una batalla casi pírrica, donde se perdió el valor estratégico de la ciudad, pues la Wermacht acabó rodeada por los ejércitos soviéticos. Pero la cabezonería, la inconciencia y la locura de Hitler por alzarse con el control de la ciudad (pues tenía ahora ya no valor estratégico, sino un valor simbólico) poseedora del nombre de su enemigo, Stalin, carecía ya de ningún sentido y lógica alguna, pues era llevar a los hombres simplemente al matadero. Finalmente, el ejército alemán acabó por desistir (aún con la negativa de Hitler de rendirse, pues su lema era seguir luchando hasta el último hombre con vida) en la toma de Stalingrado empezando con esta primera derrota alemana, el declive, ya sin marchas atrás, del III Reich y del resto de las potencias del Eje.

    Es este contexto histórico (y perdón por la chapa que ahí he metido) el que le sirve a Annaud para centrar su historia de luchas épicas interiores y físicas del ser humano, materializadas en un pastor de los Urales que llegó a convertirse en héroe e ídolo nacional del ejército soviético durante tan cruenta batalla. Éste francotirador (que existió realmente) infligió cuantiosas bajas en el bando alemán, siendo, a la vez, un revulsivo de moral para las exhaustas tropas soviéticas, que encontraron en éste héroe, una causa para seguir luchando… pues siempre hemos necesitado de héroes, modelos a seguir, y más si estos surgen en las condiciones más adversas, como bien puede ser una guerra. Pero este pastor de los Urales (interpretado soberbiamente por Jude Law) es también fruto de la máquina propagandística, una de las armas más importantes de la guerra, que queda aquí personificada en el personaje de Joseph Fiennes. En la película vemos la evolución de éste: llega siendo un novato, bajando del tren a empujones, al borde de la muerte en la barcaza barrida por el vuelo rasante de los Stukas (gran secuencia) y en la primera carga (prácticamente suicida) contra las líneas alemanas, en la que no tienen ni fusil. Pero la hazaña que realiza, a los ojos del comisario político interpretado por Fiennes, matando con absoluta precisión 5 alemanes de alto rango desde una fuente repleta de cadáveres, le hace subir como la espuma, elevándolo ahora a la categoría de héroe nacional. Pero tan sólo esta heroicidad del personaje será creída al pie de la letra por el mismo que lo encumbró, el personaje interpretado por Fiennes, puesto que esta heroicidad tan sólo es interesada por los altos mandos del ejército soviético, si en verdad tiene valor político y revitalizador para la moral de los soldados, incluso el mismo personaje de Law no se ve capaz de llevar esa carga ni se llega a creer su condición de héroe… sobretodo cuando se vea incapaz de acabar con el mejor tirador alemán (magistral Ed Harris), que ha venido desde Berlín con la misión de acabar con él. Pues es a partir de aquí cuando se desate la épica humana, la de la lucha interior, tanto física como psíquicamente. Annaud, introduce en su historia un personaje femenino interpretado por Rachel Weisz (un elemento bastante raro, ya que en las producciones bélicas no hay gran abundancia de personajes femeninos). Además, Annaud le da mucha importancia y peso (muy bien interpretado por Weisz) pues es el nexo de unión entre los tres personajes y vórtice, a la vez, de un triángulo amoroso en este paisaje desolado de muertos y ruinas.

    Es una historia dura, realista (ver como los propios oficiales soviéticos matan a sus propios oficiales por el simple hecho de retirarse ante una batalla perdida y no morir bajo balas alemanas) y es que Annaud nos muestra la barbarie de la guerra sin ningún tipo de tapujos. Pero este realismo (que siempre está de trasfondo) es sobrepasado cuando aparece en escena el francotirador alemán interpretado por Harris. Pues aquí se establece un duelo entre dos francotiradores que traspasa la frontera del género bélico para adentrarse en terrenos del western (incluso me atrevería a decir que adquiere hasta aires de cómic). Dos cazadores con sus luchas interiores (Ed Harris, que había perdido a su hijo a principios de la guerra en dicha batalla, y Jude Law, intentando llevar la carga que conlleva el hecho de ser héroe nacional, a la vez que le alivia el amor que siente por el personaje de Weisz) buscándose, percibiéndose desde ventanas sin cristales, edificios arrasados, paisajes desolados… hasta encontrarse en un final duro y sin concesiones. Son dos personas distintas aunque marcadas y unidas por la tragedia y la barbarie de una guerra y las circunstancias de ésta.

    La película, además de su original propuesta, basa gran parte de su fuerza en su magnífico plantel de actores. Todos ellos, sin excepción, realizan grandes interpretaciones, algunas más destacadas que otras, pero todas más que notables. Así tenemos a unos magistrales Jude Law, Ed Harris y una grandísima Rachel Weisz (de lo mejor de la película, donde muestra sus miedos internos, sus emociones… tan sólo con simples miradas). Aparece también, completando el magnífico reparto, un irreconocible Bob Hoskins (sin olvidar tampoco a un notable Joseph Fiennes) o Ron Perlman, un actor que ya trabajó con Annaud en “En busca del fuego”, y que también habíamos visto en algunos trabajos de Jean Pierre Jeunet.

    La labor técnica es impecable: desde la magnífica puesta en escena de Annaud (sobretodo en sus bien planificadas secuencias bélicas y la última secuencia a forma de duelo al más puro estilo del western), pasando por una soberbia labor de fotografía (con tonos oscuros y apagados, que recuerda no poco a la labor que hizo Janusz Kaminsky en “Salvar al soldado Ryan”), montaje (vuelvo a insistir en las soberbias secuencias de acción), hasta llegar a la magistral dirección artística (un derroche de medios en crear los decorados que ha valido realmente la pena, ya que el entorno, esa Stalingrado totalmente destruida, es un protagonista más en la película). Otro aspecto a destacar es la bonita banda sonora del por esta vez inspirado, James Horner.

    “Enemigo a las puertas” es, sin duda alguna, un ejemplo a seguir… un ejemplo de cómo hacer una espléndida película si uno sabe aprovechar bien el presupuesto que maneja entre manos. Son inevitables las comparaciones con, por ejemplo “Salvar al soldado Ryan”… Yo me quedo con ésta última, aunque la verdad es que no se por qué, pues “Enemigo a las puertas”, además de tener un mensaje antibelicista más claro que la película de Spielberg, es quizás más honesta que su prima norteamericana… pero bueno… Lo que de verdad no sé (y de eso si estoy verdaderamente confundido) es el hecho que no me gustara para nada cuando la pude ver en cine y, que vista recientemente, me haya parecido una espléndida película… En fin. ****

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  3. la pelicula me gusto,deja entrever lo sordido,duro y desesperanzador de aquel combate,calle por calle,casa por casa,piso por piso,con luchas cuerpo a cuerpo,en alcantarillas y un desproporcionado numero de francotiradores de ambos bandos,que hacian a los demas la vida insoportable.

    Los nazi-germanos lanzaron una tras otra a todas las divisiones del VI ejercito y aun hicieron traer a las mejores tropas de asalto de otros muchos frentes de combate,y poco a poco todas ellas iban siendo tragadas en aquella terrible maquina de picar carne.

    Los sovieticos lo pasaron muy,pero que muy mal,hasta que el STAVKA,alto estado mayor sovietico,reunio las tropas suficientes para atacar los flancos del VI ejercito,contraofensiva ideada por Zhukov y Vasilievsky,que logro encerrar a todo el VI ejercito y destrozo a los ejercitos rumano e italiano que guarnecian dichos flancos.

    El francotirador sovietico ZAITSHEV,es un personaje real,existio y acabo con muchisimos alemanes,pero hubo en Stalingrado muchos otros francotiradores sovieticos con mejores marcas que el.A falta de armas especiales los sovieticos idearon armas «imposibles»,como un fusil antitanque unido a una rueda,con el que derribaron hasta siete u ocho Stukas,y asi en todo.SALUD Y LIBERTAD

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  4. Magnífica película, de verdad,  reconozco que me llevé una agradable sospresa, el dia que la ví. Y es que el fenomenal Jean-Jacques Annaud, nos cuenta una gran historia desarrollada en la Segunda Guerra Mundial, y encima basada en hechos reales: la vida de un franco-tirador, que lo único que le interesa es eliminar a sus enemigos uno por uno… Una buena pieza, si señor, sobre la célebre batalla de Stalingrado, pero es que, Annaud, además de contarnos una historia sumamente bélica, nos cuenta otra historia con nociones de drama romántico, y así claro está, la trama se hace más entretenida aún.

    Cuenta como es de esperar con una fotografia magnífica, al igual que su ambientación, con unos detalles perfectos, que te hacen de creer que estás en la mísmisima batalla. Muy bien las actuaciones, con un Jude Law, bordando su papel (muy lejos de esa faceta que siempre nos tiene acostumbrado), pero tampoco hay que dejar atrás a Ed Harris y a Joseph Fiennes (extraordinarios, de auténtico lujo).

    En fín, una película que se puede ver muy bien, llena de una gran tensión, avanzando cada vez mucho más, y por supuesto, muy recomendable. Sobresaliente Alto.

    Como curiosidad, toda la película está rodada en Alemania, donde se reconstruyó la ciudad de Stalingrado y la Plaza Roja, fue además, una de las produciones más caras de la historia del cine europeo, ya que su presupuesto superó los 17 mil millones de las antiguas pesetas (quien lo pillara).

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