Camino de la venganza


Una pandilla de indios le roban las pieles al trampero Bass, dejándole a cambio un joven de color que han capturado. Bass y su nuevo compañero persiguen a los indios, pero éstos son diezmados por un grupo de mercenarios a quienes se paga para que maten indios.

akas: The Scalphunters, Les Chasseurs de scalps, Mit eisernen Fäusten
1968, USA, 98 min.
Director: Sydney Pollack Guión: William W. Norton Fotografía: Duke Callaghan, Richard Moore Música: Elmer Bernstein Intérpretes: Burt Lancaster, Shelley Winters, Telly Savalas, Ossie Davis, Dabney Coleman, Paul Picerni, Dan Vadis, Armando Silvestre, Nick Cravat, Gregorio Acosta, Pedro Aguilar, Marco Antonio Arzate Fecha de estreno: 24 de enero de 1969

Un comentario en “Camino de la venganza

  1. Desde mediados de los sesenta del siglo pasado el género “western” venía siendo satirizado y cuestionado en sus parámetros clásicos. Lo crepuscular era un nuevo acento fílmico que no sólo aludía al ocaso de la luz del día, sino también a una determinada épica tradicional y convencional que se presuponía decadente y mortecina. Pero, claro, después de la realización de una obra maestra absoluta como El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962) por el director más clásico que venía a poner un marchamo de oro como despedida deslumbrante al género, los nuevos realizadores se veían compelidos a experimentar bien en las líneas convencionales de la narrativa (épica trocada por el humor grotesco, héroe solitario convertido en ecologista “avant la lettre”, “progresismo” en el mensaje…), bien en el tratamiento visual (introducción de zoom, montaje televisivo hiperfragmentado, planos al ralentí, multipantallas… y otras fechorías varias), logrando, en su mayor parte, una hibridación del género con resultados más que discutibles, por no decir bochornosos en muchos casos: Los siete magníficos (1960), Sierra prohibida (1966), Soldado azul (1970), Missouri (1976), etc. entre otros filmes perpetrados no exentos de cierta fama y consideración cinéfila.

    Ahora bien, algunos nuevos directores como el realizador de esta Camino de la venganza (The Scalphunters, 1968): Sydney Pollack (1934-2008), lograron superar ese “prurito de estilo y/o autoría” meramente ombliguista para, aun cayendo por momentos en el citado hibridismo, conseguir una convincente propuesta de western tragicómico-grotesco mediante una sublimación de la trillada “dialéctica de las pistolas“ -no obstante su feroz violencia-, gracias a un cóctel eficaz de sutiles dosis de humor y diálogos inteligentes y esmerados en lo que resulta un filme de indudable atractivo.

    Esta misma propuesta, en una versión mucho más acrisolada que limitaba en sus justos términos el prurito cómico, por momentos irritante, de la película que comento, la obtendría brillantemente con su western posterior: «Las aventuras de Jeremías Johnson», paradigma de “crepuscular” de visión obligada para cinéfilos ecologistas y amantes del cine del oeste.

    «Camino de la venganza», por su parte, no sólo apunta los parámetros estilísticos citados, sino que logra una comedia encantadora que se ajusta plenamente al modelo de película de itinerario, en cuyo viaje los personajes se interrelacionan hasta compartir unos valores morales comunes que se destacan aún más gracias a la amistad interracial entre el siempre solvente Burt Lancaster y el lúcido lenguaraz Ossie Davis, sin duda revulsiva para el contexto de la época. El resto del reparto cumple sin alharaca su cometido, ajustando su registro interpretativo de modo eficaz a unos personajes lastrados por el tópico (Telly Savalas, Shelley Winters).

    Finalmente, quiero resaltar que la trama se desarrolla en un marco paisajístico fastuoso (la fotografía es de Duke Callagham, también responsable de la de “Jeremiah Johnson”) al que le sienta como un guante sonoro la estupenda música de Elmer Bernstein, en especial, en la soberbia secuencia en la que los caballos se encabritan enloquecidos, tras ingerir un “pienso” especial preparado a base de hierbas salvajes. Por todo lo dicho, una comedia del oeste simpática, bien realizada, que no decepcionará a los aficionados del género.

    NB: la película se encuentra editada en dvd en España y distribuida por la Twentieth Century Fox.

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