Hubbell Gardiner y Katie Morowsy son dos estudiantes universitarios de muy diferente carácter. Hubbell es un atleta famoso en su universidad, un gran conquistador y amante de la buena vida. Katie tiene una decidida vocación política y es consecuente con sus ideas. Ambos se encuentran y se enamoran. Tras un corto noviazgo, se casan, pero el matrimonio no funciona como creían.
akas: The Way We Were, Nos plus belles années, Onze Mooiste Jaren, Come Eravamo
1973, USA, 118 min.
Director: Sydney Pollack Guión: Arthur Laurents Fotografía: Harry Stradling Jr. Música: Marvin Hamlisch Intérpretes: Robert Redford, Barbra Streisand, Bradford Dillman, Viveca Lindfors, Herb Edelman, Murray Hamilton, Patrick O’Neal, Lois Charles, James Woods Fecha de estreno: 26 de abril de 1974
Carteles de Cine 
Revisar un film como éste tiene su parte buena (en lugar de recordarnos-mostrar su evidente endeblez, la cinta incorpora ahora una pátina de clasicismo que el tiempo ha ido agrandando y enriqueciendo), y una parte mala (los que fuimos seguidores de Redford vemos ahora sus grandes limitaciones en según qué papeles, y aquí está más torpe, inexpresivo y fuera de lugar que nunca).
Tercer trabajo de Redford con Sydney Pollack, queda por debajo de su primera colaboración juntos (la intensa y nada valorada «Propiedad condenada»), y a mucha distancia de la segunda («Las aventuras de Jeremiah Johnson», poco menos que un film de culto a día de hoy), pero denota algunas virtudes más allá de su banda sonora (se salvan muchas de las lagunas del guión, los personajes resultan cercanos al espectador y se alejan hasta cierto punto del cliché del cine romántico al uso, la capacidad narrativa y la personalidad cinematográfica de Pollack están visibles), y logra una unidad de estilo de manera menos (es)forzada que en otros intentos similares de la época(«El Gran Gatsby» de Clayton, el «New York, New York» de Scorsese).
Con una de las mejores interpretaciones de la diva (creo que gustará incluso a sus detractores), el descubrimiento de una bellísima actriz que no tuvo demasiada suerte (Lois Chiles), y de un gran actor que empezaba a despuntar (James Woods), y secundarios de veteranía y prestigio (Viveca Lindfords, Patrick O´Neal, Murray Hamilton), la película sortea bien que mal los excesos melodramáticos de la historia, profundiza un poco más que la media en los problemas de las relaciones de pareja, y realiza apuntes históricos y de memoria sentimental de digno resultado, haciendo suya la (inteligente) distinción que hacía el escritor Francis Scott Fitzgerald entre lo sentimental y lo romántico.
Para algunos, una obra poco menos que mítica o emblemática (trata la amistad ruso-norteamericana primero publicitada y luego desmentida-ocultada, muestra las ilusiones y sueños de toda una generación que sucumbe en la 2ª Guerra Mundial, pincela la época de la «caza de brujas» en Hollywood y en la sociedad USA de los años 40, tiene ecos de los clásicos del cine musical, insinúa indirectamente la importancia que en la época tenía la radio y el nacimiento de la TV, explicita el papel de los intelectuales, etc), para los demás, una obra correcta y con momentos resaltables, de cierto regusto reivindicativo, que va ganando con el paso del tiempo.
Recomendable, no sólo para amantes del género o nostálgicos.
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