Risas y lágrimas


Unos amigos acaban convirtiéndose en amantes, y posteriormente en marido y mujer. En toda su trayectoria vital van pasando por momentos que, como su título español indica, están repleto de risas y lágrimas.

akas: Pete ‘n’ Tillie
1972, USA, 100 min.
Director: Martin Ritt Guión: Julius J. Epstein Fotografía: John A. Alonzo Música: John Williams Intérpretes:
Walter Matthau, Carol Burnett, Geraldine Page, Barry Nelson, Rene Auberjonois, Lee Montgomery, Henry Jones, Kent Smith Fecha de estreno: 27 de mayo de 1974


Un comentario en “Risas y lágrimas

  1. Obra personal e intimista de un realizador de talante liberal, compañero de generación de esa estirpe de cineastas que empieza su carrera en la TV de los primeros años 50 (Delbert Mann, Sidney Lumet, John Frankenheimer, Arthur Penn, Robert Mulligan) y que casi inmediatamente dan el salto a la gran pantalla, Ritt destacó por ser «el director favorito de Paul Newman», y por emprender una sólida reputación de adaptador y artesano de calibre medio, aunque fue bastante mas que eso: «Donde la ciudad termina», «El largo y cálido verano», «Cuando se tiene veinte años», «El espía que surgió del frio», «Hud», «Un hombre», «Mafia», «La gran esperanza blanca», «Odio en las entrañas», «Conrack», «Norma Rae», «Los mejores años de mi vida»…

    Comedia y drama se funden en una historia bastante sencilla: una pareja se forma y más tarde una tragedia hace que sus vidas se transformen por completo. Film sustentado en las interpretaciones (magnífica pareja protagonista, secundarios de altura: la venerable Page, Auberjonois, los veteranísimos Jones y Smith), mezcla alegría, felicidad, melancolía, esperanza y dolor haciendo creíble la galería de emociones que transluce en cada momento.

    Mucho más honesta y conseguida que otras películas de parecida intención, en ésta lo teatral de algunas situaciones se subsana con una puesta en escena precisa y abierta tanto a espacios externos como a universos interiores. La trayectoria vital de sus personajes se integra a la perfección con un toque entre costumbrista, radiografiando la sociedad moderna occidental, y patético sin que se subraye o enfatice en exceso la devastadora vertiente sentimental-dramática.

    Adelantándose un poco a ese tipo de películas de sabor agridulce que se hicieron unos años después («El año que viene, a la misma hora», «Las cuatro estaciones»), Ritt logra con esta obra el punto de equilibrio exacto entre las dos partes del film, añadiendo las necesarias gotas de lucidez y aspectos concretos de su propia sensibilidad.

    En el momento de su estreno, crítica y público se dividieron ante la aparente modestia de su planteamiento, tomándola algunos como un verdadero ejercicio fallido pero con cierto interés y otros, como un auténtico film de culto (en España el film no duró mucho tiempo en las salas, naturalmente).

    Una película pequeña, estimable, acertada, muy especial. Para aquellos que saben recoger fruto donde otros no ven absolutamente nada. Un pequeño clásico moderno.

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