Tres convictos escapados de prisión se esconden en un chalet de familia burguesa tomando como rehenes a sus miembros, que vivirán un auténtico horror sin que la policía lo sepa.
akas: The Desperate Hours, Ore disperate, An einem Tag wie jeder andere, La maison des otages, Casovi Ocaja, Het Huis der Guzelaards, Skräckens Timmar
1955, USA, 112 min.
Director: William Wyler Guión: Joseph Hayes Fotografía: Lee Garmes Música: Gail Kubik Intérpretes: Humphrey Bogart, Fredric March, Arthur Kennedy, Martha Scott, Dewey Martin, Gig Young, Mary Murphy, Richard Eyer, Robert Middleton
Inolvidable duelo interpretativo entre el mítico Bogey y el no menos grande Fredric March.
Lo que pesa del cine clásico al espectador de hoy (el ritmo, los gustos anticuados en cuanto a dramatismo o sentimentalismo cursi, moralina familiar o social etc.) no aparece en este film sino, antes bien, es una trama de cine negro llena de suspense, psicología contrastada entre lo criminal y lo civilizado y una dirección magistral de un Wyler que estaba concluyendo la mejor etapa de su carrera.
Hay escenas costumbristas, momentos llenos de tensión y ratos muy emocionantes, crítica social y hacia el papel del hombre moderno en la sociedad actual, y un montaje vivo y dinámico en las secuencias cumbre, en un estilo clásico diferente al de un Hitchcock pero no por ello menos brillante. La banda sonora es acertada y el guión logra transmitir todo el dramatismo y heroicidad/tragedia cantada de unos personajes muy bien trazados.
Cine de perdedores y cine negro siempre han ido de la mano y no siempre con el mejor resultado. Cine intimista o reflexivo unido al cine de acción y violencia tampoco.
La mejor película sobre la retención de una familia en su propia casa (ha habido unas cuantas desde entonces) que he visto jamás. De verdad.
Me gustaMe gusta