Película china escrita y dirigida por Ruijun Li que se presentó en la Sección a competición del Festival de Berlín. Un matrimonio concertado descubre sus afinidades por el amor y respeto a la tierra.
La humilde y sencilla Ma, y el tímido Cao, han sido expulsados de sus respectivas familias y obligados a contraer un matrimonio concertado. Ahora tendrán que aunar sus fuerzas y construir un hogar donde sobrevivir. En medio de la adversidad, comienza a forjarse entre ellos un vínculo, ya que tanto Ma como Cao, en sintonía con los ciclos de la Tierra, se crean un refugio en el que pueden prosperar.
akas: Yin ru chen yan
2022, China, 131 min.
Director: Ruijun Li Guión: Ruijun Li Fotografía: Weihua Wang Música: Peyman Yazdanian Intérpretes: Renlin Wu, Hai-Qing, Guangrui Yang, Dengping Zhao, Cailan Wang, Jiangui Zeng, Yunzhi Wu Fecha de estreno: 14 de julio de 2023
EL REGRESO DE LAS GOLONDRINAS
La primera impresión es la de su excesiva duración, aunque se dé por bien empleado el tiempo; luego está la vida agrícola sin profundizar en el “beatus ille”; y la familia o la pareja como medio necesario de desarrollo; los escalones en la división social, la selección natural y la diferencia de géneros. En el trasfondo están los antiguos planes quinquenales estatales que modeló la antigua Unión Soviética y la construcción actual de colmenas humanas favorecidas por los Estados para hacer más populoso el planeta. El sedicente socialismo y los presuntos planes colectivos. Actualidad.
Una historia en una China que puede ser la actual. Una China rural en la que el sistema social margina a quienes la Naturaleza o la suerte no pone ni siquiera en línea de salida. Una historia en la que el título original- The return to dust-… que traducido como “La vuelta a la tierra” o ”El regreso a la tierra o al polvo” parece acercarse más que “El regreso de las golondrinas”, que suena a romanticismo becqueriano o a que la golondrina tópicamente –salvo mejor opinión ornitológica- anuncie el comienzo de la primavera, aunque algunas no volverán como anticipaba Bécquer.
Una historia china, dura y cruel, que no muestra sino la prolongación en nuestros días de aquella Roca Tarpeya junto a la cima sur de la colina capitolina o aquel monte Taigeto espartano. Pero también desliza que la convivencia genera empatía y ésta el acercamiento y el amor con sus múltiples recíprocos cuidados e intereses.
¿Reivindicar la necesidad de la familia, una vuelta al clan familiar? ¿La familia como selección natural por la propia naturaleza? ¿Una división clasista de los humanos entre los que valen y los que no? Las fichas están dispuestas en el tablero. El espectador mira y ve.
Lenta, parsimoniosa, con más aire de documental que de narración dramática. Para gozar de los planos, de la interpretación, de la fotografía y del colorido, Para una tarde beatífica.
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